Descubre Chicxulub Yucatán, una de las Playas de Yucatán más emblemáticas: mar esmeralda, ambiente local y el famoso cráter del meteorito.
Cuando llegamos a Dzilam de Bravo, comprendimos de inmediato que habíamos llegado al final de una gran ruta costera. Este puerto marca el extremo oriente de la carretera que conecta casi toda la franja norte del estado, desde Chuburná hasta aquí, donde el mar se vuelve más profundo, el aire más tranquilo y la vida cotidiana se mueve al ritmo de los pescadores locales.
Aproximadamente a una hora con cuarenta y cinco minutos de Mérida, Dzilam de Bravo es una de las playas más lejanas, pero también una de las más auténticas dentro del recorrido de las Playas de Yucatán. Aquí el turismo aún no ha transformado su esencia, y eso lo convierte en un lugar especial para quienes buscan mar en calma, ambiente local y silencio frente al horizonte.
Su playa sorprende por su serenidad: arena clara de textura media, aguas transparentes con matices azulados y cafés, y una costa que, aunque angosta, invita a caminar descalzos y disfrutar de la paz que solo un puerto pesquero puede ofrecer. No hay grandes restaurantes ni resorts, pero sí un encanto genuino que recuerda cómo eran las Playas de Yucatán antes de ser descubiertas por el turismo masivo.
Dzilam de Bravo se encuentra en el extremo nororiente del estado de Yucatán, dentro del municipio del mismo nombre. Es el último puerto costero conectado por la carretera costera norte, una vía escénica que comienza en Chuburná Puerto, pasa por Progreso, Telchac, San Crisanto, Santa Clara y Dzilam González, y termina justo aquí, donde el litoral yucateco empieza a curvarse hacia el oriente.
Desde Mérida, el trayecto hacia Dzilam de Bravo toma aproximadamente 1 hora con 45 minutos en automóvil. La ruta más común es salir por la carretera Mérida–Motul y continuar hacia el norte, pasando por localidades pintorescas como Baca y Telchac Pueblo, hasta llegar al mar y seguir la franja costera hacia el este. Durante el recorrido, el paisaje cambia gradualmente: la vegetación se hace más baja, el aire más salado y el horizonte se abre al mar.
Llegar hasta Dzilam de Bravo no solo es un viaje geográfico, sino una experiencia en sí misma: es recorrer la última etapa de las Playas de Yucatán, donde el turismo se disuelve en la vida tranquila de los pescadores y el tiempo parece detenerse frente al mar.
El nombre Dzilam de Bravo tiene un origen profundamente ligado a la lengua maya y a la historia de Yucatán.
La palabra “Dzilam” proviene del maya yucateco y se traduce comúnmente como “ciénega”, “lugar encharcado” o “sitio donde brota el agua”. Esta raíz etimológica hace referencia a las características naturales de la zona, donde existen manantiales de agua dulce que emergen tanto en tierra como dentro del mar, fenómeno muy particular de esta región costera.
El complemento “de Bravo” se añadió durante el periodo colonial en honor al general Nicolás Bravo, héroe de la independencia de México, como sucedió con otros pueblos y puertos del país que incorporaron nombres de figuras históricas nacionales.
Así, el nombre completo Dzilam de Bravo puede interpretarse como “lugar de aguas dulces o ciénegas dedicado al héroe Bravo”.
Y aunque hoy muchos lo reconocen por su playa y su tranquilidad, su nombre conserva la memoria del entorno natural que dio origen a su existencia: una costa donde el mar y el agua dulce se encuentran.
Llegar a Dzilam de Bravo desde Mérida es relativamente directo, aunque bordeas buena parte de la costa y atraviesas poblados interiores. La distancia de carretera es de unos 100 a 107 km y el tiempo estimado de viaje en automóvil es entre 1 h 20 min y 1 h 45 min, dependiendo del camino y condiciones del tráfico. En Yucatán+3Rome2Rio+3Vive Yucatán+3
Hemos preparado para ti el siguiente mapa interactivo para que ubiques Dzilam de Bravo y su camino desde el Periférico de Mérida Yucatán.
Aquí las opciones más usadas:
Otra alternativa es seguir una ruta más costera: llegar primero a Progreso o Puerto Progreso, luego tomar la carretera litoral pasando por puertos como Telchac Puerto, San Crisanto, Santa Clara y continuar por la costa hasta Dzilam de Bravo. Yucatán Today+3Yucatán+3Vive Yucatán+3
Aunque es más pintoresca, este camino puede tener tramos más lentos por zonas de pueblos o caminos menos directos.
Esta ruta es la más recomendada cuando prefieres camino asfaltado y relativamente fluido, atravesando zonas rurales y localidades costeras antes de llegar al puerto.
La Playa de Dzilam de Bravo es una de las más tranquilas y auténticas de la costa norte del estado. Aunque forma parte del recorrido de las Playas de Yucatán, se distingue por su ambiente pesquero y su paisaje natural, muy diferente al de los puertos más turísticos.
La arena tiene una textura media, suave al caminar, aunque no tan fina como la de Chuburná o San Bruno.
Se puede recorrer descalzo sin problema, y su temperatura es fresca y agradable, incluso a media mañana.
En algunos puntos aparecen piedritas pequeñas y conchitas dispersas, por lo que puede ser útil llevar sandalias si planeas caminar largas distancias.
El mar es cristalino y de tonos azulados con matices café claro, distinto al color esmeralda típico de otras zonas del litoral.
El oleaje es mínimo, lo que lo convierte en una alberca natural perfecta para nadar, remar o simplemente relajarse.
El agua suele estar fresca y limpia, y es común ver peces pequeños nadando cerca de la orilla.
La playa es angosta en profundidad —de unos 8 a 10 metros entre las casas y el mar—, pero se extiende a lo largo de un amplio tramo costero ideal para caminar o contemplar el atardecer.
Frente al malecón principal no hay zona de arena, pero a unos 500 metros hacia el este sí se encuentra una franja más abierta donde se puede acceder fácilmente al mar.
Dzilam de Bravo conserva un ambiente local, tranquilo y silencioso.
Durante la mayor parte del año hay muy poca afluencia de visitantes, por lo que es ideal para quienes buscan desconectarse y disfrutar del paisaje sin ruido ni vendedores ambulantes.
La presencia de lanchas pesqueras y muelles pequeños le da un encanto rústico y auténtico.
Aunque Dzilam de Bravo es un puerto pequeño y tranquilo, ofrece varias actividades para disfrutar del mar, la naturaleza y la vida local. Es un lugar ideal para quienes buscan descansar, conectar con la esencia pesquera de Yucatán y vivir experiencias auténticas lejos del turismo masivo.
En el muelle principal puedes encontrar pescadores locales que ofrecen paseos en lancha hacia “Las Bocas”, manglares, cenotes y el ojo de agua Xbuya-Há. Los precios varían según la duración, la ruta y el tamaño del grupo. Por ejemplo:
El oleaje es casi nulo, por lo que nadar en Dzilam de Bravo es seguro y relajante. El agua es limpia, transparente y fresca, perfecta para flotar o descansar sin corrientes fuertes.
Además, en la zona hay columpios junto al mar donde puedes sentarte, disfrutar de la vista y espantar a los pequeños peces que nadan alrededor.
Si cuentas con tu propio equipo, puedes traerlo sin problema, ya que el acceso al mar es libre y las condiciones del agua son ideales para remar o practicar deportes acuáticos.
No hay renta formal de equipo en la zona, por lo que se recomienda llevarlo desde Mérida o desde otro puerto cercano.
Aunque el puerto es mayormente pesquero, existen uno o dos clubes de playa privados sobre la carretera costera donde puedes pagar una cuota de acceso y disfrutar de alberca, regaderas, baños y restaurante. Son una buena opción si prefieres pasar el día con mayor comodidad o si viajas con familia.
Caminar por el malecón y el muelle es parte esencial de la visita. Ahí verás a los pescadores llegando con su captura del día y podrás convivir con la gente local, siempre amable y abierta a conversar. También encontrarás tienditas pequeñas donde comprar agua, botanas o artículos básicos.
Dzilam de Bravo conserva el ambiente tranquilo de un pueblo pesquero tradicional, donde la vida gira alrededor del mar y el ritmo diario se marca por la llegada de las lanchas al muelle. A diferencia de otros destinos del litoral, aquí el turismo aún es escaso, lo que le da una atmósfera genuina, relajada y segura.
En el centro del puerto y a lo largo del malecón encontrarás tienditas locales, abarrotes, tortillerías y algunos puestos de comida casera donde se venden pescados fritos, mariscos frescos y refrescos fríos.
También hay pequeños hospedajes familiares, con precios accesibles para quienes desean pasar la noche cerca del mar (habitaciones desde $500 a $800 MXN por noche según temporada, no hay cajeros automáticos ni bancos, por lo que se recomienda llevar efectivo para cualquier compra o servicio. fuente: Booking.com.
En la carretera costera que conecta con Santa Clara existen dos clubes de playa que ofrecen servicios más completos: alberca, regaderas, baños, camastros y restaurante con menú de mariscos.
El acceso tiene un costo aproximado de $150 MXN por persona, e incluye el uso de instalaciones durante el día. Estos lugares son ideales si viajas en familia o buscas mayor comodidad sin renunciar al entorno natural.
Uno de los mayores atractivos de Dzilam de Bravo es su ambiente seguro y familiar.
La comunidad es pequeña, amable y respetuosa con los visitantes. Durante la visita, es común que los pescadores saluden y compartan anécdotas sobre su trabajo o el clima del día.
Este trato cercano hace que la experiencia se sienta más auténtica y humana.
Visitar Dzilam de Bravo es una experiencia ideal para quienes buscan tranquilidad, mar cristalino y contacto directo con la naturaleza. Sin embargo, al ser un puerto pequeño y de ambiente local, conviene ir preparado.
Aquí te compartimos algunos consejos prácticos para disfrutar al máximo tu visita:
Después de recorrer todas las Playas de Yucatán, llegar a Dzilam de Bravo se siente como alcanzar el final de una gran travesía. Aquí, donde la carretera costera termina y el horizonte parece no tener límites, el mar cambia de color, el viento se vuelve más suave y el ritmo de vida se desacelera.
Dzilam de Bravo no busca impresionar con lujos ni grandes infraestructuras; su encanto está en lo auténtico y silencioso. Sus calles sencillas, el saludo amable de los pescadores y la tranquilidad del mar forman una postal que resume la esencia de todo el litoral yucateco: naturaleza pura, vida sencilla y mar transparente.
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